Ya va a empezar el mundial. En lo personal a mí si me gustaba el fútbol, de hecho, durante 6 años de mi vida lo practiqué, por lo que en un mundo paralelo pude haber sido futbolista profesional. Sin embargo, hace casi 7 años decidí renunciar al fútbol porque me di cuenta que había dejado de ser un deporte y cada vez se trataba más de otras cosas (el negocio, los patrocinios, los dueños de equipos, las porras, la violencia y un largo etcétera). Cuando digo que renuncié realmente me refiero a que no he vuelto a ver un partido y mucho menos ir al estadio (a menos que sea cumpleaños de mi suegro por que le encanta y son recuerdos que me gusta construir con él). En fin, te cuento todo este rollo porque como ya dije, este fin de semana empieza el mundial en medio de una ola de muerte, escándalo, conflictos políticos y corrupción. Me hago muchas preguntas, sobre todo, con las marcas que aún sabiendo todo esto decidieron seguir patrocinando el evento y sobre lo paradójico que es que, en particular la marca de cerveza Budweiser se le haga "incómodo” que Catar haya decidido “de último momento” no permitir la venta de alcohol, pero no le parece incómodo que hayan muerto