Traficante de ideas - Dinosaurioide, palabras del 2022, post-apocalipsis
Desde que comencé a trabajar estos días de fin de año me han parecido bastante peculiares. Muchas personas ya no “están” aunque de alguna forma tienen que seguir estando. La mente ya está en otro lado, y hay un punto, una brecha a veces muy sutil otras muy evidentes de “la muerte” del año, casi agonizante, ese momento en el que no termina de morir y el “ano nuevo” no termina de nacer.
Este año en particular, desde mi perspectiva, tengo la impresión de que esa sensación de agonía está mucho más aguda, mucho más presente, quizás influenciada por la incertidumbre económica que se vislumbra para 2023, o por el “estira y afloja” de otros temas como la tecnología, combinado con el hartazgo, y el estado “modo duende” que, según muchos, ha caracterizado este año.
Lo interesante es que aún dentro de toda esta confusión, al mismo tiempo está naciendo algo, sobre todo, he visto en Latinoamérica surgir y/o resurgir muchos proyectos, mismos que están saliendo de las grietas, de las heridas y de la crisis que hemos vivido los últimos años.
Qué tiempos para estar vivos…
Para reflexionar…
¿Cómo se verían los dinosaurios si nunca se hubieran extinguido?
Siguiendo con el tema del resurgimiento de algo nuevo a partir de un evento catártico, recordemos que, hace sesenta y seis millones de años, un asteroide golpeó la Tierra con la fuerza de 10 mil millones de bombas atómicas y cambió el curso de la evolución. Los cielos se oscurecieron y las plantas dejaron de hacer fotosíntesis. Las plantas murieron, luego los animales que se alimentaban de ellas. La cadena alimenticia colapsó. Más del 90 por ciento de todas las especies desaparecieron. Cuando el polvo se asentó, todos los dinosaurios, excepto un puñado de pájaros, se habían extinguido.
Pero este evento catastrófico hizo posible la evolución humana. Los mamíferos sobrevivientes florecieron, incluidos pequeños protoprimates que se convertirían en nosotros.
Toda esta serie de eventos (des)afortunados nos permite hoy cuestionarnos: ¿La humanidad está aquí por casualidad, o es inevitable la evolución de los usuarios de herramientas inteligentes?
En la década de 1980, el paleontólogo Dale Russell propuso un experimento mental en el que un dinosaurio carnívoro evolucionó hasta convertirse en un usuario inteligente de herramientas. Este "dinosaurioide" tenía un gran cerebro con pulgares oponibles y caminaba erguido.
Me parecen interesantes este tipo de provocaciones porque, desde mi perspectiva, nos quitan esa superioridad de pensar que somos especiales por “haber evolucionado” como especie, pero al mismo tiempo nos hacen pensar sobre la combinación de variables que tuvieron que existir para nuestro desarrollo.
Palabras del 2022
Oxford
El “modo duende” ha sido elegido por el público como la palabra del año 2022 de Oxford. El término, que se refiere a “un tipo de comportamiento que es sin disculpas autoindulgente, perezoso, descuidado o codicioso, típicamente de una manera que rechaza las normas o expectativas sociales”, se ha convertido en la primera palabra del año que ha sido decidida por voto público.
Merriam-Webster
Gaslighting es la palabra del año de Merriam-Webster para 2022 El diccionario estadounidense llama al término 'una palabra para nuestro tiempo' en una era de noticias falsas, desinformación y teorías de conspiración.
Impulsor de la desorientación y la desconfianza, el gaslighting es “el acto o la práctica de engañar gravemente a alguien, especialmente para su propio beneficio”. 2022 vio un aumento del 1740% en las búsquedas de gaslighting , con un alto interés durante todo el año.
Algo que quizás no sabías…
Descolonización del post-apocalipsis
¿Alguna vez habías escuchado hablar sobre CAPAS? Me refiero al Centre for Apocalyptic and Post-Apocalyptic Studies (Centro Käte Hamburger de Estudios Apocalípticos y Postapocalípticos) de la Universidad de Heidelberg.
Bueno pues, este centro, se enfoca en los efectos de las catástrofes y los escenarios del fin de los tiempos en las sociedades, las personas y los entornos.
En esta charla, Teresa Heffernan nos lleva de la mano para conectar puntos de vista históricos del apocalipsis con versiones más actuales de eso, generalmente involucrando tecnología. Plantea algunas preguntas, dos de las cuales son muy relevantes: ¿Dónde se encuentran la ciencia y la ficción y cómo se enredaron tanto? ¿Qué se pierde cuando la ficción se comercializa como ciencia?
Teresa hace un excelente trabajo explicando cómo llegamos aquí, mostrando el dominio de los ricos-estadounidenses-blancos-cis-masculinos en estos campos (Elon Musk, Jeff Bezos, Ray Kurzweil) y cuáles han sido sus verdaderos intereses.
Una charla imprescindible sobre todo si trabajas con tendencias, tecnología, comunicación y redacción.
En otras noticias…
Seguro para este momento ya has visto que muchas personas han subido su foto de perfil modificada por una Inteligencia Artificial, esto, en su mayoría ha sido gracias a Lensa.
Pero no debemos pensar que la alteración de fotos es la única funcionalidad de la Inteligencia Artificial. En este artículo que escribí en LinkedIn, intenté hacer una breve, pero concisa recapitulación de las 13 aplicaciones que está teniendo la IA ahora mismo.
La última y nos vamos…
Disney usa inteligencia artificial para poner o quitar años a los actores
El trabajo de efectos visuales requerido para envejecer o rejuvenecer el rostro de un actor en una película es tedioso, largo y caro. Con el objetivo de simplificar y abaratar el proceso, Disney ha creado una herramienta basada en inteligencia artificial que realiza ese trabajo de forma automática y, según la compañía, con resultados convincentes.
La alteración de rostros mediante redes neuronales y aprendizaje automático para hacerles aparentar más o menos edad no es una novedad, pero hasta ahora esta tecnología se ha usado con éxito fundamentalmente en imágenes estáticas, mientras que sus resultados en filmaciones no resultaban muy convincentes.
La herramienta que ahora presenta Disney Research Studios dio su primer paso con la creación por parte de la compañía de una base de datos de miles de rostros generados artificialmente. Una vez construida, se le aplicaron herramientas de aprendizaje automático para envejecer y rejuvenecer todos esos rostros y los resultados que se obtuvieron en ese proceso fueron a su vez empleados para entrenar a una nueva red neuronal denominada FRAN (Face Re-aging Network).
Antes de que te vayas...
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